El tratado comienza a regir desde enero de 2022, en un plazo de 36 meses, y fue recientemente suscrito entre la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, la Red de Campus Sustentable, carteras ministeriales y subsecretarías y las universidades tratantes.
El Segundo Acuerdo de Producción Limpia Educación Superior Sustentable, emplaza a la Universidad de La Frontera en el concierto de universidades chilenas que integran la Red Campus Sustentable, en la decisión de llevar a cabo importantes compromisos relacionados con el medioambiente y cambio climático.
El tratado comienza a regir desde enero de 2022, en un plazo de 36 meses, y fue recientemente firmado entre el director ejecutivo de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, Giovanni Calderón Bassi y la Presidenta de Red de Campus Sustentable, Nélida Ramírez Naranjo, incluyendo la presencia de representantes del Ministerio de Energía, la Subsecretaría de Educación Superior, la Subsecretaría de Medio Ambiente y de las universidades participantes.
Para el Rector de la Universidad de La Frontera, Dr. Eduardo Hebel, este es un compromiso que se manifiesta públicamente a partir de ahora, pero que la institución inició desde hace bastante tiempo. “Desde hace algunos años, la Universidad ha trabajado algunas iniciativas para incorporar la sustentabilidad en su quehacer; ya no solo se trata de decir, sino de actuar: incluir en nuestros planes de estudios los cambios que sean necesarios para generar conciencia en los estudiantes que se están formado, y al mismo tiempo, comprometernos con la comunidad de La Araucanía y el sur del país en esta materia, dada nuestra condición de universidad pública y regional, que busca también, mejorar la calidad de vida y ser responsables socialmente”, dijo la autoridad.
Asimismo, recalcó que la sustentabilidad se ha convertido en un eje de nuestro quehacer y cada día cobra más fuerza. “Cada día existe una mayor conciencia y mejor gestión ambiental, y las universidades han sido parte de ese avance. Con este Acuerdo de Producción Limpia, la UFRO, busca continuar generando conciencia para entender la emergencia climática, su mitigación y la adaptación a ella”.
Así, este Acuerdo de Producción Limpia (APL) es un acto concreto con la promoción de la sustentabilidad y aborda 5 grandes tópicos de Gobernanza, Academia, Investigación, Gestión de Campus, y Responsabilidad Social y Vinculación con el Medio. Cada una de las áreas está compuesta por una serie de acciones, en un trabajo que integra el desarrollo cultural y organizacional.
En 2020 se generó la instancia de negociación entre la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, la Red de Campus Sustentable y diversas instituciones de educación superior, con el fin de llevar a cabo este Segundo Acuerdo. La representante UFRO para la Red de Campus Sustentable, Rocío Riveros, explica que “al término del periodo se espera contar con el 100% de las metas, lo cual nos permitirá crecer de manera exponencial en materia de sustentabilidad, además de contar con una certificación de Campus Sustentable”.
Entre los objetivos se incorporan acciones que contribuyan a la reducción de gases de efecto invernadero y a la adaptación al cambio climático, mediante el involucramiento de todos sus estamentos, generando una cultura sustentable, incorporando conocimiento y capacidades en la academia, realizando una gestión sustentable de los recursos, y con una fuerte vinculación con el medio y los territorios donde se emplazan.
Si bien, la organización en su conjunto es la que deberá responder a este acuerdo, son los Campus Andrés Bello y Campus Pucón, los llamados a liderar el proceso, con una necesaria e importante cuota de adhesión, por parte del plantel educativo en su totalidad.
Específicamente, hay tareas en que la UFRO tiene bastante avance institucional y otras que se irán desarrollando durante el periodo, y comprenden una política institucional de sustentabilidad, programas de inducción de formación complementaria, presencial o virtual, dirigidos a estudiantes, programas de buenas prácticas sustentables, en al menos 15% de las oficinas, y un programa de consumo responsable que incorpore un sistema de reducción (de consumo), valorización y reciclaje, definiendo metas y plazos.
