La asociación de gremios productivos de la zona también solicita dar suma urgencia a los siete proyectos de ley que duermen desde hace más de 800 días en el Congreso y querellarse contra Héctor Llaitul para declarar a la CAM y las organizaciones radicales como redes terroristas.
Los gremios que representan a la empresas, trabajadores y familias de La Araucanía declaramos nuestra conmoción y alerta por el brutal a ataque a un grupo de trabajadores mapuches y carabineros en dos hechos ocurridos de manera simultánea esta mañana en las provincias de Malleco y Arauco, en las regiones de La Araucanía y Biobío.
Un grupo de trabajadores, personas comunes y corrientes, chilenos, en su mayoría de origen mapuche, iban camino a su trabajo en una faena forestal cuando fueron emboscados y atacados a matar por un grupo de terroristas que usan armamento de guerra. Esto ocurrió en una carretera pública de nuestra región, donde además los sujetos cortan el camino para evitar así que los trabajadores reciban asistencia oportuna.
Nos preguntamos: ¿En qué lugar del mundo una persona que va camino a su trabajo es atacada con disparos directos a su cabeza?, ¿En qué lugar del mundo esto sigue ocurriendo sin que las autoridades tomen cartas en el asunto?
Esto no es un conflicto de tierras, es una profunda crisis de seguridad que busca imponer decisiones mediante el terror y el miedo.
Queremos enviar un mensaje al Gobierno: en el sur nos están disparando a matar y ustedes están perdiendo el tiempo en discusiones ideológicas.
La mala política de Santiago es la responsable de la crisis que estamos viviendo. Necesitamos decisiones ahora.
Pedimos: reponer un Estado de Emergencia total, no a medias. Se deben tomar decisiones que permitan perseguir y desarticular estas redes terroristas. Dilatar esta decisión es permitir que sigan asesinando a personas inocentes.
El gobierno, además, debe dar suma urgencia a los siete proyectos de ley que duermen desde hace más de 800 días en el Congreso y querellarse contra Héctor Llaitul para declarar a la CAM y las organizaciones radicales como redes terroristas.
Basta de eufemismos y romanticismo hacia los violentos; que las decisiones se tomen escuchando a quienes vivimos en las regiones.