Con el propósito de fortalecer la diversificación productiva de la región, a través de la entrega de herramientas útiles para medianos y pequeños fruticultores, se dio inicio al segundo “Diplomado en manejo y producción frutícola de La Araucanía”, iniciativa del Gobierno Regional y ejecutado por la Universidad de La Frontera, a través del programa Araucanía Frutícola que lidera técnicamente INIA Carillanca.
El desafío del Programa es diversificar la matriz agrícola de La Araucanía, mediante la reconversión a la fruticultura, permitiendo a los agricultores que opten por variar sus tradicionales monocultivos de granos, y alcanzar mayor competitividad de la producción local con un modelo sustentable. El diplomado está dirigido a técnicos y profesionales de la región que puedan ser un soporte para los agricultores que se reconviertan a dicho rubro, pues la formación de capital humano en frutales es muy necesario.
Para el Gobernador Regional, Luciano Rivas, la ejecución de la segunda versión del diplomado es una herramienta fundamental para conseguir el desarrollo productivo que La Araucanía necesita. “Como Gobierno y Consejo Regional, la fruticultura no solamente es para grandes agricultores, también una alternativa al pequeño y mediano con un buen manejo. Por eso es tan necesario contar con profesionales preparados que apoyen en la ruta de la diversificación a nuestros agricultores, que sin duda es estratégico”, dijo la autoridad.
El diplomado que actualmente cuenta con alrededor de 100 personas vinculadas al programa, apunta a formar profesionales en una modalidad práctica. “Es decir, no solo es formación en aula, sino que los alumnos puedan participar de las actividades experimentales que hoy día tiene INIA en las unidades demostrativas de huertos frutales. Complementar la teoría con la práctica”, señaló Rafael López-Olivari, Subdirector de I&D de INIA Carillanca.
Finalmente, Adison Altamirano, Decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Medio Ambiente de la UFRO, entidad encargada de impartir el diplomado, valoró esta instancia de formación, que abre oportunidades a la agricultura regional y que apunta a entregar herramientas de utilidad para pequeños y medianos fruticultores. “Este es un gran salto para quienes quieran reconvertir sus cultivos. Quién iba a pensar hace 15 o 20 años tener vides en La Araucanía, por ejemplo, era una cosa casi impensada que llegó para quedarse y que ofrece oportunidades, pero también desafíos porque cuando se quiere impulsar un sector determinado es vital contar con capital humano que tenga las competencias para orientar el trabajo”