Este estudio, que hasta el momento cuenta con datos preliminares, se realizó por iniciativa de la agrupación Food, Media & Society (FOOMS) en la Universidad de Antwerp, Bélgica. En Chile, la única institución superior participante es la Universidad de La Frontera, a través de los investigadores Dra. Berta Schnettler, Dra. Ligia Orellana y Dr. Edgardo Miranda.
La pandemia por COVID-19 y las medidas para afrontarla, han cambiado radicalmente el estilo de vida de diversas poblaciones a nivel global. Uno de los cambios más significativos se observa en los patrones de compra, preparación y consumo de alimentos; aunque el impacto a mediano y largo plazo aún es difícil de estimar. En este contexto, el estudio “Corona Cooking Survey”, que involucra hasta la fecha a 39 países, indaga respecto a cómo las medidas de cuarentena influyen en las prácticas alimentarias de la gente y las tendencias actuales en comportamientos relacionados con la alimentación.
Este estudio, que hasta el momento cuenta con datos preliminares, se realizó por iniciativa de la agrupación Food, Media & Society (FOOMS) en la Universidad de Antwerp, Bélgica. En Chile, la única institución superior participante es la Universidad de La Frontera, a través de los investigadores Dra. Berta Schnettler, Dra. Ligia Orellana y Dr. Edgardo Miranda.
De un total de 854 encuestas validadas por el grupo UFRO a cargo de la investigación, 68,8% corresponden a mujeres y 31,1% a hombres, con un rango de edad que osciló entre los 18 y 85 años.
EFECTOS DE LA PANDEMIA ANTE LA COMPRA DE ALIMENTOS
Los resultados preliminares de la encuesta muestran que, si bien no hay cambios en el tiempo que demanda la compra de alimentos antes y después de la cuarentena, sí hay una serie de cambios de comportamiento asociados.
En ese sentido, existe un notorio aumento en la frecuencia con que las personas realizan una lista de lo que requieren antes de ir de compras. Si bien no se observaron cambios importantes en la cantidad de frutas y carnes que los encuestados compran, sí hubo un aumento en la cantidad de harina, huevos y levadura. Las respuestas también mostraron que la compra de alimentos es una actividad que solía disfrutarse más antes de la pandemia, y que ahora resulta estresante.
Como se esperaría a causa de la cuarentena y sus implicancias, los encuestados indicaron que ahora van con menor frecuencia al supermercado; mientras que aumentó la frecuencia de compra de alimentos en línea con reparto a domicilio.
CAMBIOS EN LA PREPARACIÓN Y CONSUMO
Resulta interesante que la mayoría de los encuestados muestra que ahora se atreven a probar recetas nuevas, procurando utilizar la comida de manera más eficiente, de manera que ahora se bota menos a la basura.
También se observa que ahora con menor frecuencia se preparan alimentos saludables. Antes de la cuarentena, se preparaban comidas calientes frecuentemente, se horneaban queques o galletas a veces, y pan, rara vez. Durante el periodo de confinamiento estas preparaciones se realizan con mayor periodicidad, especialmente el pan.
Hay notorios cambios en la percepción respecto a cocinar, ya que antes de la cuarentena estas actividades parecían consumir mucho tiempo, mientras que durante el confinamiento, la mayoría de los encuestados las consideran relajantes.
Por último se observó que durante la cuarentena, ha aumentado la importancia que las personas atribuyen a las comidas como un momento importante del día para compartir en familia. En este sentido, solo un pequeño porcentaje reportó participar en videollamadas para beber (16,7%) o para tomar once o cenar (8,5%) con otras personas.