InternacionalNacionalRegionales

COVID-19 en La Araucanía: La complicada realidad de pacientes dializados de Temuco y Padre Las Casas

Uno de los sectores más vulnerables y propensos a la letalidad del nuevo coronavirus, COVID19, es el de los pacientes dializados, quienes al ser enfermos crónicos con falla renal permanente, poseen un sistema inmunológico deprimido y carecen de una respuesta efectiva ante los virus y otras enfermedades contagiosas, por lo que quienes deben recibir un tratamiento de hemodiálisis aumentan el riesgo mortal frente a esta pandemia.

En Temuco existen tres centros de hemodiálisis: Centro de Diálisis Temuco, Centro de Diálisis Tecnodial y Centro de Diálisis Araucanía, y en la comuna de Padre las Casas se ubica el Centro de Diálisis Nephrocare.

En el Centro de Diálisis Tecnodial de Temuco, los pacientes se han organizado en la organización, Agrupación de Pacientes Renales de Temuco, Agrupar-T, entidad funcional territorial, regida por la Ley 19418, con el reconocimiento y registro en la Ilustre Municipalidad de Temuco. La agrupación se compone por más de 60 pacientes en tratamiento de hemodiálisis, de los 200 que asisten al centro de hemodiálisis Nephrocare Tecnodial, de calle Bello 168, provenientes de la comuna de Temuco, y otras de la provincia de Cautin, que deben ser atendidos en turnos que inician desde las 07:00 AM a 02:00 AM; los lunes, miércoles y viernes, y desde las 07:00 AM, a 21:30 PM; los martes, jueves y sábado.

Agrupar-T, en un comunicado de prensa, ha dado a conocer lo que está sucediendo en los centros de diálisis de Temuco, y expresan que han intentado tener comunicación con distintas entidades gubernamentales, como el ministerio de Salud, la Seremi del ramo, el Servicio de Salud Araucanía Sur, y la Comisión de Salud. De la misma forma se han comunicado con las jefaturas del Centro de Diálisis Tecnodial de Temuco, siguiendo los conductos regulares, sin obtener respuestas ni soluciones a sus solicitudes.

En efecto, señala el dirigente de Agrupar-T, Manuel Arismendi y Cecilia Vargas, presidente y secretaria de la organización, respectivamente “Ya hace más de 15 días nos comunicamos con la Gerencia del Centro de Diálisis Tecnodial, para sugerir medidas de protección, tanto para pacientes, como para el personal, y así disminuir los riesgos de contagio del COVID-19. Lamentablemente, se han tomado muy pocas medidas y en forma tardía”.

Plantean en el mismo documento que, “Hasta el día de hoy, entre las salidas e ingresos de los turnos (son 4 turnos al día), en momentos se reúnen alrededor de 60 personas en sala de espera de 30 mts2 aprox., entre pacientes, acompañantes, personal de salud y chóferes; sin respetar el metro de distancia y muchos de ellos sin ninguna protección facial, en muchos casos”.

Agrupar-T que, el pasado lunes 30 de marzo del presente 2020, la empresa adoptó otra medida, aún sin la claridad de si es orden del ministerio de Salud, o solo de Nephrocare, para disminuírles los tiempos del tratamiento de hemodiálisis, sin dar una razón con base, por lo cual, pasaron del tiempo normal de cuatro horas y siete minutos a tres horas con cuarenta y cinco minutos, por sesión trisemanal.

Son 15 minutos muy relevantes para la vida de un dializado, tomando en cuenta que los riñones normales funcionan las 24 horas al día, los siete días de la semana, pero, añaden, “nosotros solo teníamos 4 horas y siete minutos, 3 veces a la semana”. Para el estallido social, ya se había reducido por una semana (3 sesiones) el tratamiento, “y muchos pacientes presentamos problemas de salud demostrado con exámenes y con las respectivas y lamentables descompensaciones físicas”.

Sostienen los dirigentes que “necesitan una urgente fiscalización, para asegurar que las medidas de higiene sean las apropiadas. Por ejemplo, que se realice lavado de manos al entrar y al salir del Centro. Se debe
reforzar, debido a que el gran porcentaje de los pacientes no acostumbran a hacerlo”, acotan.

Otra de las necesidades urgentes, para los pacientes dializados, es que se les entregue transparencia en los protocolos de este tipo de contingencias. Por ejemplo, sostienen, “la semana pasada, a las 20:00 horas, nos entregaron una carta, informando cómo sería el protocolo de atención de un paciente positivo, el cual explicaba que un paciente positivo con COVID19, supuestamente, no sería dializado en este Centro, sino que en otro habilitado con sala de aislamiento, pero, dos horas más tarde, el protocolo no se cumple y dicho paciente es dializado en el mismo centro donde asistimos, donde tampoco existe una sala de aislamiento.

Dentro de las desprotecciones a las que se ve expuesto el personal médico, de enfermeras, técnico paramédico y auxiliares, es la no entrega de insumos necesarios para respaldar su seguridad, y la de los pacientes. Acotan en Agrupar-T, “muchos atemorizados ya han presentado licencias médicas para escapar y otros están dispuestos a perder su seguridad laboral, en pos de su salud y de sus familias”.

Los pacientes de la organización manifiestan que no se está respetando la cuarentena del personal que estuvo en contacto directo con los positivos del centro, dos hasta el momento, lo que ha puesto en riesgo a sus colegas y pacientes, a lo que se suma la falta de personal de salud, llevando a sobrecarga laboral del personal sano.

En Temuco existen 3 sucursales Neprhocare, y se está haciendo cruce de personal de salud, de un centro a otro, aumentando el riesgo de propagación del virus (médicos, enfermeras y tens). “Sería pertinente realizar un test
para detectar sospecha de coronavirus cuando se tenga tenido contacto directo con un confirmado positivo, expresan los dirigentes de Agrupar-T.

Sobre el traslado de los pacientes de los cuatro turnos existentes, estos son llevados en furgones o taxis comunitarios, o sea, nuevamente, se rompe el metro de distancia social, recalcan.

Necesitamos que alguna entidad fiscalice, tanto las medidas, como las decisiones unilaterales que toma la empresa, y de esta forma, se proteja la salud y calidad de vida de los pacientes, y no solo la rentabilidad de la empresa, finaliza la nota de los pacientes, quienes ven cómo sus vida se pone en riesgo durante las sesiones de hemodiálisis.