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Corporación Frontera promueve la reinserción social a través de las expresiones musicales y circenses

Gracias a convenio con la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, se realizaron talleres en el CIP-CRC Chol Chol para un grupo de niños, niñas y jóvenes de este centro dependiente de Sename.

“Taller de iniciación al malabarismo, clown y títeres” y “Rescate de identidad musical”, fueron los talleres que se impartieron a los niños, niñas y jóvenes del Centro de Internación Provisoria CIP-CRC de Chol Chol, gracias al convenio de colaboración realizado entre la Corporación Intercultural para las Artes Frontera y la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

Esto se enmarca en la iniciativa “Ensamblaje Cultural”, que contiene varias actividades cuyo objetivo es promover la implicación de la ciudadanía de La Araucanía en procesos artísticos creativos, liderados por artistas que integran la Corporación Frontera, en diversas comunas de la región, como Curarrehue, Melipeuco, Pitrufquén y Chol Chol.

En el caso de esta última comuna, los talleres se realizaron con un grupo de 12 niños, niñas y jóvenes de este centro dependiente del Sename, con quienes se realizaron talleres circense, títeres y musical, de 4 sesiones cada uno, a cargo de Manos Revueltas, Circo Patudo, David Campos Rivano y Moisés Ulloa.

Oportunidad
La presidenta de la Corporación, Paulina Morales, subrayó que esta oferta tiene como objetivos específicos: “generar una oferta artística interdisciplinaria para las comunidades de las diferentes comunas, construyendo instancias de participación cultural, con un enfoque intercultural e inclusivo. Esto, con miras a reconectar a la ciudadanía con la identidad, memoria e historia local y fortaleciendo los vínculos comunitarios a través de la experiencia creativa y artística”.

Eduardo Arroyo, director del CID-CRC Chol Chol comentó que ha sido una gran oportunidad el mantener a los jóvenes ocupados, sobre todo en tiempos de pandemia donde se hace relevante bajar los niveles de ansiedad. “Los resultados han sido muy positivos en cuanto a su participación, fue una apuesta favorable. Entregar este espacio dentro de la jornada, cambia el repertorio y varía los escenarios, entregándoles nuevos mundos que solo pueden observar estando en el medio libre”.

Agregó Arroyo que, tras hablar con los jóvenes, estos se manifestaron positivamente. “Una joven nos comentó que nunca había tenido la oportunidad de tener en sus manos un violín. Fue una experiencia para ellos, darse cuenta que tenían una capacidad y que pueden seguir desarrollando una sensibilidad hacia las artes”. Por lo mismo, recalcó, se hace necesario hacer perdurar estas instancias en el tiempo, pues les crea una necesidad de seguir aprendiendo.

El seremi de las Culturas, Enzo Cortesi, enfatizó que “valoramos esta acción dirigida a niñas, niños y jóvenes de este centro, que aporta a la reinserción a través de una herramienta tan esencial para el desarrollo de todo ser humano, como es el arte. Estamos muy complacidos al poder impulsar este trabajo conjunto con la Corporación para las Artes Frontera y focalizar un sector de la sociedad al que tenemos el deber de atender”.

Experiencia enriquecedora
La artista circense Gabriela Cayazaya, de Circo Patuda, fue la encargada del taller de malabarismo y clown. Explicó que se trató de una experiencia muy enriquecedora, donde se derrumbaron todos los prejuicios en torno a compartir espacios artísticos con menores de edad infractores de ley.

“Para mí, significó una experiencia enriquecedora para el alma, porque son menores de edad con una niñez bien escondida. Y al estar entregándoles un saber con cariño y vocación, lo terminan retribuyendo de la misma manera”, expresó la artista.

Agregó que se logró generar un puente de confianza genuina, con mucha complicidad. “Fue un proceso de descubrimiento con gran energía y curiosidad hacia los objetos, y de exploración hacia su peso y altura, generando dinámicas de equipo. Este tipo de encuentros son sumamente importantes para acompañar el proceso que están viviendo, porque no hay que perder de vista que son menores de edad emocionalmente muy vulnerables”.