La madrugada del viernes recién pasado será inolvidable para don Braulio Vera Bazán, el flamante ganador del automóvil cero kilómetro, marca BMW, que sorteó entre sus asistentes Dreams Temuco.
El codiciado vehículo, avaluado en más de 40 millones de pesos, quedaba en manos de un hombre de esfuerzo que supo salir adelante lejos de su natal Perú.
En conversación con este medio, don Braulio señaló que el año pasado estuvo a punto de llevarse el auto en dos sorteos realizados por el mismo casino de Avenida Alemania, pero que la suerte le dio la espalda. ”Esta vez la tercera fue la vencida.Todavía no lo puedo creer. Este es el premio más grande que he recibido en toda mi vida”, expresó el emocionado triunfador de la noche.
Familia
Ya algo más relajado tras semejante golpe de suerte, Braulio Vera contó que hace poco más de dos décadas dejó su natal Piura, en el norte peruano, para probar suerte en Chile. Allá hacía clases de computación hasta que le propusieron ir a trabajar a Panguipulli en la venta de productos de medicina natural. Con el tiempo se independizó y, junto a su señora, chilena, formó su propio negocio expadiéndose a Villarrica y Traiguén. “Tenemos dos hijas de 12 y 5 años y yo además tengo un hijo de 21 años que estudia Ingeniería en Construcción en Temuco. El jueves le pedí que me sacara pasajes en bus para ir a verlo, un día antes de lo habitual”, expresó el protagonista de esta historia soñada.
Corazonada
La jornada no difería en nada a las visitas anteriores de padre a hijo: Salieron a cenar y se dirigieron a Dreams para ver un show y tomar algo; sin embargo, esta vez don Braulio llegó a la capital de La Araucanía con una corazonada que fue en aumento conforme se acercaba la hora del sorteo. “Para decírselo en buen chileno, pasé a pisar “caca” de perro 3 días seguidos y a mi hija pequeña le picaba la mano. Le dije que no se rascara porque era señal que llegaría plata. Usted sabe, la cultura popular, tanto en Perú como en Chile, señala que eso es buena suerte. Que es plata, así que seguí la corazonada”, expresó sonriente.
Premio
Si bien el afortunado tiene carné de conducir, confiesa que no posee vehículo. “Hace muchísimos años tuve una camioneta, pero la vendí por razones económicas así que este auto, caído del cielo, es el segundo que tengo en mi vida”, expresó.
Consultado por el destino que le dará al vehículo, el ganador del BMW dijo que evalúa venderlo y con el dinero que obtendrá, comprarse algo acorde a sus necesidades de trabajo. “Hasta ahora ocupamos el vehículo de mi suegro para mover los productos y las encomiendas. Le estamos muy agradecidos por su buena disposición, pero parece que llegó la hora de contar con un vehículo propio para el trabajo”, sentenció el flamante ganador.
