La comunidad mapuche Linco Poniente ubicada en el sector rural de la comuna de Collipulli vivió una mañana especial el pasado sábado 7 de septiembre, cuando sus integrantes vieron como la esposa del lonco de la comunidad, la señora María Isabel Espinoza, volvió a ver a su hermana con quien había perdido todo contacto hace 55 años.
La historia comienza cuando la señora María recurre a Carabineros de la Patrulla de Atención a Comunidades Indígenas (PACI) de la 2da. Comisaría “Collipulli” relatándoles que hace más de 50 años no veía ni hablaba con su hermana y que lo último que conocía de ella es que viviría en la ciudad de Quirihue, manifestándoles su ayuda para encontrarla y volver á verla.
“Cuando tomamos conocimiento del requerimiento de la señora María comenzamos de inmediato las diligencias a través de métodos tecnológicos para poder dar con el paradero de su hermana Lidia Espinoza, encontrando antecedentes que efectivamente vivía en la comuna de Quirihue, Provincia de Ñuble”., señaló el Jefe de la Patrulla PACI, el Suboficial Martín Juanico.
El suboficial de Carabineros de la Patrulla de Atención a Comunidades Indígenas de Collipulli, relato que se tomó contacto con Carabineros de la 5ta. Comisaría de Quirihue quienes colaboraron en verificar el domicilio exacto de la señora Lidia “los carabineros llegaron hasta el domicilio y le solicitaron el número telefónico para que Carabineros de Collipulli pudiéramos hablar con ella, así se tomó contacto con la hermana de la esposa del lonco de la comunidad expresándole que su familiar la estaba buscando y quería volver a verla”., expresó el Suboficial Juanico
Al recibir la llamada de Carabineros, la señora Lidia emocionada ante la noticia, expresó que no tenía conocimiento del actual paradero de su hermana y que su deseo era de poder reencontrarse con ella lo antes posible.
De esta manera el sábado recién pasado en la comunidad Linco Poniente las dos hermanas se reunieron en presencia sus seres queridos. Las hermanas María Espinoza y Lidia Espinoza se abrazaron con amor incondicional y brotaron de sus ojos lágrimas de alegría producto de un anhelado reencuentro que se concretó después de 55 años.
