Los incendios forestales están creciendo en intensidad, rango de expansión y simultaneidad. Esta es una situación preocupante, que no solo afecta a Chile, sino que al mundo entero: Canadá, Hawai, Grecia y Australia ya han sufrido los estragos de los incendios durante este año, y de acuerdo a las proyecciones de Naciones Unidas, se prevé un aumento mundial de incendios extremos de hasta un 14% para 2030, y de un 50% para finales de siglo.
Según cifras de CONAF, en las últimas 10 temporadas de incendios forestales, entre 2013 y 2023, ocurrieron 6.890 Incendios en promedio que afectaron 165.891 hectáreas por año. El cambio climático, marcado por la sequía y aumentos de las temperaturas máximas, nos tienen trabajando arduamente para estar preparados para la emergencia.
Por eso aumentamos el presupuesto, en el Plan Nacional de Protección contra Incendios 2023- 2024, en un 47% en relación a la temporada anterior, principalmente en prevención y operaciones aéreas. En total, dispondremos $148 mil millones que nos permitirá mantener 70 aeronaves y más de 3.300 brigadistas, distribuidos entre las regiones de Atacama a Magallanes, a través de 311 brigadas, que conformarán brigadas convencionales, nocturnas, helitransportadas, interfaz urbano-rural, cisternas y mecanizadas.
Además, estos recursos nos permitirán implementar diversas medidas para evitar o mitigar los efectos de un incendio, como la construcción de cortafuegos junto al MOP, limpieza de vegetación seca, eliminar basura en contenedores, evitar el uso de herramientas eléctricas, no hacer fogatas, etc.
Todos unidos debemos enfrentar esta situación: CORMA, Ejército, armada, FACH, SENAPRED, carabineros, municipios, bomberos, PDI y los gobiernos regionales. Nadie puede faltar. Asimismo, hago un llamado a las empresas eléctricas a cumplir los protocolos y mantener faena agrícola cero en los día con extremo calor. Seguiremos utilizando el “Botón rojo”, fortaleciendo las acciones interinstitucionales a través de la “Estrategia para el fortalecimiento de la gestión de incendios”.
Paralelamente, le dimos suma urgencia a la tramitación del proyecto de ley que crea el nuevo Servicio Nacional Forestal, Sernafor, que será el sucesor de Conaf. Estará a cargo de la conservación, protección, manejo y uso sustentable de formaciones vegetacionales y de los componentes de la naturaleza asociados a estas.
Además, este mes ingresaremos el proyecto de una nueva ley de incendios forestales y rurales que incentive la agroforestería sustentable y que establezca las obligaciones de prevención que tienen que cumplir los predios agrícolas y forestales. Este instrumento será fundamental para regular el uso de fuego (quema controlada y prescrita) en situaciones excepcionales que sean supervisadas por el Sernafor.
Todos estos esfuerzos van en una dirección: prevenir y combatir los incendios forestales. Este es un proceso que la CONAF está llevando a cabo hace muchos años, pero aún nos falta mucho por recorrer. Hoy más que nunca, la corresponsabilidad es elemental para lograr estos objetivos que involucra al país entero.