Llegó a La Araucanía, proveniente de Magallanes, buscando una nueva vida que comenzó “con el pie derecho”.
La historia de Claudia Illanes Rozas no es distinta a la de muchos profesionales en nuestro país quienes, con título en mano, de un día para otro se quedan sin trabajo y la búsqueda de una fuente de ingresos permanente se transforma en un verdadero calvario.
Claudia es ingeniera agrónomo titulada en la Universidad Católica de Temuco. Tras su ruptura matrimonial decidió dejar atrás 15 años de vida en Punta Arenas y regresar a la ciudad donde se hizo profesional. Claro que esta vez sin trabajo lo que, confiesa, complica su situación y la de su hijo, estudiante universitario.
Presentimiento
El día antes del sorteo la ganadora comentó a sus cercanos que tenía un presentimiento positivo. “Algo me decía que mi suerte iba a empezar a cambiar. A menudo visito el casino de la ciudad porque siempre hay música en vivo y es un lugar seguro. Una vez allí imprimí un par de cupones para el sorteo del auto y cuando los eché a la tómbola sentí que ese era el presentimiento”, agregó.
La primera parte del sorteo consistió en clasificar a seis personas entre más de 10 mil cupones. Claudia fue una de ellas. “En ese momento dije: el auto es mío”, sentenció.
Pasadas las 2 de la madrugada llegó el momento de la verdad. 6 ilusionados concursantes recibieron un sobre. Uno de ellos, el de Claudia Illanes, decía en su interior “ganaste un automóvil”.
“De perrilla”
Mientras se destapaban espumantes y los confetis adornaban la ceremonia de entrega de una Suv marca Chery, modelo Tigo 2 GL, la flamante ganadora expresaba que el premio le venía “de Perrilla” anticipando que, desde ese minuto, más que un premio, había ganado una oportunidad de trabajo a la espera de obtener un empleo relacionado con su profesión. “En Punta Arenas tenía un autito viejo que no me pude traer por ser zona franca; pero, como la vida quita, también da y desde hoy me pongo a manejar mi destino…”
