En la cordillerana comuna de Lonquimay el Servicio Agrícola y Ganadero instaló diez trampas vectoriales cuya función es monitorear insectos que son potenciales transmisores de enfermedades que pudiesen afectar el ganado. Esta medida, se enmarca el plan de vigilancia activa del Servicio que busca mitigar el riesgo de introducción o diseminación de enfermedades en lugares de riesgo, entre las que se consideran el virus del Nilo Occidental (VNO), virus de la Lengua Azul (VLA), Encefalitis Equina del Este, del Oeste y venezolana, entre otras.
Las patologías más relevantes son monitoreadas de forma preventiva por el Servicio a través de su “Plan de vigilancia de enfermedades animales” por su potencial riesgo transfronterizo y consecuencias económicas para los productores, explicó el Encargado de Protección Pecuaria, el Médico Veterinario, Rolando Sepúlveda.
Sepúlveda detalló que, las trampas utilizan una luz ultravioleta que atrae a los insectos vectores quedando atrapados al interior del dispositivo para luego ser analizadas. En relación a la zona de instalación de las trampas vectoriales el profesional indicó que se determina analizando las características geográficas, presencia de ganado susceptible, zonas húmedas con fuentes de agua y en lugares considerados de mayor riesgo, como son campos de pastoreo cordillerano.
Por su parte, la directora del SAG Araucanía, María Teresa Fernandez, destacó que el rol del SAG es mantener la sanidad del patrimonio fito y zoosanitario del país, por ello entre las estrategias del Servicio la División de Protección Pecuaria, siguiendo los lineamientos para la vigilancia de las enfermedades transmitidas por vectores de la Organización Mundial de la Sanidad Animal, implementó la vigilancia vectorial que se desarrolla desde el 2018 y que posee como principal objetivo determinar, los tipos de vectores presentes en nuestro territorio, su caracterización y su eventual participación en la transmisión de enfermedades, mediante la aplicación de nuevas tecnología de captura vectorial (trampas vectoriales) y los diversos diagnósticos taxonómicos y moleculares para la prevención de enfermedades de importancia.
Las trampas vectoriales, que estuvieron activas durante toda la temporada estival, serán retiradas para su envío de muestras a laboratorios especializados donde se realizan los análisis y estudios entomológicos.