Rostros llenos de dolor y amargura se veían este lunes en el cuartel de la Séptima Compañía de Bomberos de Temuco, durante la despedida del bombero honorario Manuel Elgueta Torres.
Producto de la cuarentena total que afecta a la capital de La Araucanía, no fue posible brindar un funeral de la manera tradicional bomberil y estos homenajes debieron ser reemplazados por una pequeña formación que rindió honores al paso del cortejo fúnebre por el frontis del cuartel de la Séptima, hasta donde se trasladó tras el velatorio que se desarrolló en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús.
Este homenaje, que también incluyó el ulular de la sirena de su cuartel, se repitió minutos más tarde cuando la caravana pasó por la Tercera Compañía “Bomba Germania”, donde además la esperaban las más altas autoridades de la institución, encabezadas por el Superintendente, Armin Llanos.
Finalmente, en el Cementerio General de Temuco, y con un aforo reducido producto de las normas sanitarias por la pandemia, los restos de Manuel Elgueta fueron despedidos por el director de la Séptima Compañía y por el Superintendente, además de un pequeño grupo de familiares y amigos.
“BOMBEROS ES LO MEJOR QUE ME PUDO HABER PASADO EN LA VIDA”
Sergio Fernández, director de la Séptima Compañía, recordó las palabras de don Manuel Elgueta, a quien sus compañeros llamaban cariñosamente “Maño”, en una entrevista que concediera hace algunos años, oportunidad en que
manifestó: “he sido feliz aquí. Unas palabras que resumen la vida y alma de un bombero: su corazón, su energía y su fuerza concentrada en carne y hueso. Bomberos es lo mejor que me pudo haber pasado en la vida, es algo muy bonito servir al prójimo sin recibir nada a cambio. No sé qué habría sido de mí sin ser bombero, no estaría en esta tierra, porque ser bombero es lo máximo”.
El oficial agregó que Elgueta tuvo muchos amigos al interior de la institución y muchos de ellos partieron antes que él, como por ejemplo el mártir de la institución y capitán de la Primera Compañía, Luis Guerrero Rodríguez, añadiendo que “todos ellos lo esperarán en el cuartel celestial”.
Fernández añadió que Manuel Elgueta ocupó diversos cargos, entre ellos director y capitán, y solía compartir sus experiencias y enseñanzas a todos sus compañeros, destacando que pese a su avanzada edad, era un asiduo visitante del cuartel, donde compartía con los voluntarios de todas las edades.
“Viejo querido, extrañaremos ir a dejarte a tu casa luego de tus visitas diarias al cuartel, como también tus puntos de vista y opiniones en cada una de nuestras reuniones. Pero principalmente extrañaremos a ese viejito
lindo que nos esperaba al regreso de cada emergencia para preguntarnos cómo nos fue”, puntualizó el director.
Finalmente, el Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Temuco, Armin Llanos, manifestó que “su vida de servicio la inició en la Primera Compañía y la finalizó en su querida Séptima Compañía, donde desempeñó una serie de importantes cargos, dentro de los cuales destacaron los de consejero de disciplina, teniente, capitán y director por varios periodos, y de la misma forma, en su trayectoria bomberil fue merecedor de muchas distinciones,
sobresaliendo el premio por 30 años de servicio que le concediera conforme a nuestro Estatuto y Reglamento General, la calidad de bombero honorario de cuerpo, que lo eximía de toda responsabilidad con el servicio y a pesar de ello, seguía compartiendo con sus camaradas de bomba, según su salud se lo permitiera”.
La autoridad finalizó diciendo que “el despedir a uno de los nuestros, ha sido, es y será, un momento triste e imborrable en nuestra memoria colectiva e individual, pero irrenunciable, aun cuando las circunstancias
mundiales, nacionales y locales nos restringen y no nos permiten realizar nuestros ceremoniales fúnebres como la tradición y mística institucional nos indican, comprometiéndonos para que cuando las circunstancias sanitarias nos permitan hacerlo, rendiremos un homenaje póstumo a nuestro honorario de cuerpo Manuel Elgueta Torres”.