Una banda integrada por al menos tres sujetos provenientes de Santiago, que operaba con armas de fuego, vehículos robados y un alto nivel de planificación, fue desarticulada tras una investigación liderada por la Unidad de Análisis Criminal de la Fiscalía Regional de La Araucanía, en conjunto con Carabineros. Dos de sus integrantes fueron condenados a 17 y 12 años de presidio efectivo, respectivamente, por robo con intimidación reiterado, porte ilegal de arma de fuego, receptación de vehículos robados y, en uno de los casos, homicidio frustrado contra funcionarios de Carabineros. El tercer integrante murió tras enfrentarse con la policía en uno de los asaltos, en la comuna de Nueva Imperial.
La indagatoria se desarrolló en el marco de un foco investigativo por una serie de asaltos a vehículos repartidores de la empresa Chiletabacos (BAT Chile) en las comunas de Carahue y Nueva Imperial.
El hecho más grave ocurrió el 2 de febrero de 2023, cuando Daniel Zúñiga Romero y Camilo Arévalo Acevedo, junto a Julio Arancibia Salamanca (quien falleció durante el enfrentamiento), interceptaron a un repartidor que descargaba cigarrillos en un local de Carahue. Tras intimidarlo con armas de fuego y huir en un furgón robado con la carga, se activó un seguimiento en tiempo real gracias al GPS y monitoreo satelital de la empresa.
La persecución culminó en Nueva Imperial, donde los asaltantes se enfrentaron a tiros con Carabineros. En el intercambio, Julio Arancibia Salamanca fue abatido tras disparar contra los funcionarios policiales. Zúñiga resultó herido de gravedad y fue detenido minutos después, mientras que Arévalo fue capturado tras huir a pie e intentar deshacerse de un inhibidor de señal GPS y una pistola Glock calibre 9 mm.
El fiscal Marcelo Herrera, de la Unidad de Análisis Criminal, destacó el valor probatorio del material audiovisual recopilado durante la investigación:
“Particularmente este juicio oral tuvo la fortuna de contar con gran parte de los delitos registrados en video, tanto por las cámaras de los vehículos repartidores como por las de los carros policiales. Esta prueba gráfica fue sumamente importante”, señaló.
El fiscal añadió que la banda tenía origen en Santiago y que uno de sus integrantes ya había sido condenado por el llamado “Robo del Siglo”, ocurrido en 2017 en esa comuna. Su modus operandi incluía el uso de placas patentes robadas en la Región Metropolitana, instaladas en vehículos sustraídos en La Araucanía, los que eran utilizados para cometer los delitos y luego abandonados.
