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María Angélica Tepper entrega su opinión de lo que podría ser una Constitución Multicultural

El contexto actual que yo llamo “año constitucional” es una oportunidad de reencuentro para los chilenos, de diálogo, pero principalmente de acuerdos. Debemos entender más allá del día a día la sociedad y el país que queremos para las futuras generaciones y salir de las trincheras políticas que nos han mantenido divididos estos últimos años.

En ese sentido, debemos aceptar nuestra diversidad y nuestra historia. Chile al igual que la mayoría de los países del mundo (unos antes, otros después), es un país formado por procesos migratorios posteriores a colonizaciones y, es un proceso que continúa hasta el día de hoy.

Es así como la riqueza cultural de un país formado por criollos, migrantes y pueblos originarios, nos entrega un escenario de chilenos diversos, con culturas, costumbres, lenguas, que habitan nuestro territorio nacional. Reconocer, valorar y conservar las culturas debe ser parte de este nuevo pacto político y plural que es la nueva Constitución, esto de la mano de procesos de descentralización efectivos, junto con una mayor y mejor participación ciudadana, permitiría sin duda un fortalecimiento de nuestra democracia.

El proyecto de reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas que desde principios de los ‘90 duerme en el congreso, debe ser hoy una oportunidad e insumo para la discusión constituyente de los próximos años, donde los mismos indígenas estarán representados a través de los escaños reservados.

Un reconocimiento que señale que en nuestro Chile unitario conviven por su historia una población mestiza, creo que en definitiva es reconocer lo que hoy es Chile. Una nueva Constitución que no genere separaciones, tratos desiguales por apellido, pensamiento, sino todo lo contrario, que celebre la diversidad, es sin duda reconocer nuestra historia, pero también pensar en nuestra convivencia a futuro.

Como candidata a la Convención Constituyente por La Araucanía, la región símbolo de la multiculturalidad, donde orgullosamente soy descendiente de colonos europeos, pero emocionadamente me siento chilena y amo mi patria, es que estoy abierta a discutir el futuro de Chile de una manera propositiva, integradora y con altura de miras.