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Este lunes 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental

Un mayor requerimiento de atenciones asociadas a un problema de ansiedad tanto en centros de atención primaria como a nivel secundario es una de las actuales demandas en salud mental que advierte el doctor Guillermo Vergara, psiquiatra, jefe de Servicio de Salud Mental del Hospital El Pino, director Médico REDGESAM y Docente Psiquiatría Universidad Andrés Bello, y que responde a múltiples variables que han caracterizado al país y la sociedad en el último tiempo. La experiencia de la pandemia, la situación global a nivel mundial, los temas políticos y la contingencia nacional han contribuido a que se experimente con mayor frecuencia síntomas asociados a la ansiedad.  

Frente a esta realidad, para el especialista es relevante diferenciar cuando la ansiedad está relacionada con situaciones difíciles que se pueden ver incrementadas por estresores o incertidumbre, como la pérdida de empleo o una situación de duelo, donde sentir ansiedad puede ser una respuesta normal, y lo relevante es apoyarse con grupos de referencia y amigos,  en comparación con un trastorno de ansiedad propiamente tal que debe reunir características de intensidad y de impacto funcional que lo hagan merecedor de la atención clínica.  

Por eso, advierte que entre los temas claves a los que se debe estar alerta frente al trastorno de ansiedad están los síntomas: se debe observar si son persistentes, si paralizan a la persona en el sentido que le impiden tomar decisiones o afectan su funcionamiento, si se asocian problemas de sueño o problemas de apetito, si hay un aislamiento de la persona y, sobre todo, si los síntomas duran días o semanas, se debe consultar al especialista

 “Se debe observar la magnitud de los síntomas. Considerando que las características de los síntomas de ansiedad incluyen componentes emocionales o síquicos, como temor, hiperalerta o inquietud, mientras que los físicos, pueden incluir síntomas cardiovasculares, digestivos e incluso dermatológicos. Por tanto, lo primero que se tiene que evaluar es la magnitud de los síntomas, la duración o frecuencia y su impacto funcional”, remarca el experto. 

 Explica además, que cuando existe un trastorno de ansiedad “estamos hablando de un grado de afectación de la salud mental clínicamente significativo, en sus diversos grados, que van desde leves, moderados y graves , por tanto, según esas características,  se puede calificar el grado de patología y de acuerdo a magnitud determinar el tipo de tratamiento, que puede ir desde orientaciones o consejería al paciente, hasta intervenciones más psicoterapéuticas y tratamientos farmacológicos en una gama de alternativas”, planteó. 

Consultado por el alza en el uso de medicamentos para la ansiedad como las benzodiazepinas, entre las que se incluye el Clotiazepam de la familia de los ansiolíticos, el doctor Vergara precisó que es esperable que las personas que consultan y que están más sintomáticas busquen soluciones rápidas para enfrentar su problemática y, en ese escenario, los medicamentos para el manejo de la ansiedad son la forma más rápida para actuar sobre la sintomatología ansiosa, aunque no sobre las causas ni los problemas que la persona está viviendo. 

En cuanto al amplio abanico de opciones farmacológicas para el tratamiento de la ansiedad, considerando que hay casos de falta de stock o incremento en los valores, el especialista comenta que “si los medicamentos están autorizados por la autoridad sanitaria y el Instituto de Salud Pública, los médicos estamos llamados a usarlos y con confianza. La mayoría de las personas se benefician de todos los medicamentos disponibles en su amplitud desde los originales de marca, hasta los medicamentos bioequivalentes y genéricos. La mayoría de los fármacos que se utilizan a nivel nacional son genéricos porque las personas responden a los tratamientos y es el esquema con el que trabajo con mis pacientes”. 

 En cuanto a cifras de pacientes con trastornos de ansiedad en Chile, el especialista es cauto porque, asegura, no es una condición permanente. “La situación es muy dinámica y los estudios son radiografías de un determinado momento, población y lugar geográfico. Sabemos que existe un subdiagnóstico porque hay personas que califican para determinados diagnósticos y no han sido evaluadas y también hay casos en que las personas no han pedido ayuda. La situación en abril de 2020 con la pandemia puede ser muy distinta a la de hoy, por eso la evaluación es relevante y tenemos clínicamente instrumentos para medir si estos trastornos que están ocurriendo son patológicos o no”, asegura. 

LEMA OMS Y MÁS COBERTURA GES 

Este 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental y el principal mensaje que entrega considerando el estrés actual, la ansiedad y la poca tolerancia ante opiniones distintas, es el siguiente: “independiente de las características personales, todos podemos vernos comprometidos con nuestra salud mental y estar afectados o enfermos con un diagnóstico. Ninguno de nosotros somos impermeables a vernos tocados o afectados con cercanos o en primera persona, a convivir con situaciones difíciles que pueden afectar nuestra salud mental y que generen necesidades de tratamiento. La salud mental forma parte de la salud general como cualquier otra condición de la salud física. Existen tratamientos que han demostrado eficacia, que por sí solos no resuelven todos los problemas, pero que en la medida que vayamos integrando el respeto social a las personas, el acceso a buenos tratamientos y confianza en que se pueden resolver situaciones complejas tendremos un mejor escenario”.  

El lema de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para este 2022 es “hacer de la salud mental y del bienestar para todos, una prioridad global”.  Para el doctor Vergara es relevante combatir el estigma y el etiquetamiento arbitrario de la sociedad hacia las personas que se encuentran en una determinada condición de salud mental que requiere cuidado. En ese sentido, planteó que favorablemente en Chile hay un avance en el tema de la salud mental en cuanto a conversarlo y a consultar, especialmente desde las mujeres.  

Respecto de la cobertura de los seguros de salud y de la terapia para tener acceso a los tratamientos, dijo que es urgente avanzar aún más e incorporar nuevas patologías de salud mental al GES o bien, contar con estándares más universales para el conjunto de patologías que tienen más relevancia epidemiológica. “Claramente el GES ha sido una política pública exitosa y otorga beneficios importantes a las personas que tienen esta cobertura, pero pone en evidencia la diferencia que hay con situaciones de salud mental que no tienen cobertura y el aseguramiento de la atención es menor, no están garantizados los tiempos y las coberturas están sujetas a la situación previsional de la persona. Hay diagnósticos de la salud mental que son relevantes y no tienen respuestas aseguradas actualmente”, manifiesta.