El Tribunal Oral en lo Penal de Angol dictó una sentencia histórica al condenar a nueve personas responsables de un brutal doble secuestro ocurrido en junio de 2021 en Collipulli. Las penas incluyen dos presidios perpetuos simples y más de 122 años de cárcel en total para los condenados. La gravedad del caso quedó reflejada no solo en la magnitud de las penas impuestas, sino también en el horror de los crímenes, que incluyeron torturas prolongadas y el asesinato de una de las víctimas.
Entre los condenados destacan Christopher Ángel Jara Fuentealba y Julieta Pérez Ancalaf, quienes fueron sentenciados a presidio perpetuo simple por secuestro con homicidio, además de recibir condenas adicionales por otros delitos. Jara fue condenado a 15 años de presidio por el secuestro calificado de una segunda víctima, 3 años y un día por porte ilegal de armas y 541 días de cárcel por tráfico de drogas. Por su parte, Pérez Ancalaf recibió 15 años de presidio por el secuestro calificado de la segunda víctima y 3 años y un día por porte ilegal de armas.
El resto de los condenados acumulan un total de 84 años y 9 meses de privación de libertad. Dentro de ellos, María Ancalaf Llaupe y Ricardo Aránguiz Genel fueron condenados a 15 años por secuestro calificado y 4 años por secuestro simple. Diego Mansilla-Villena Córdova recibió una pena de 15 años por secuestro calificado, 4 años por secuestro simple, además de 3 años y un día por porte ilegal de armas y 541 días por tráfico de drogas.
El fiscal Enrique Vásquez, de la Fiscalía de Alta Complejidad de La Araucanía, destacó la severidad del fallo: “El presidio perpetuo es presidio de por vida. Y además de esa condena, tienen otras de 18 y 22 años, respectivamente. La Fiscalía está conforme con el trabajo realizado; se acreditaron los hechos tal y cual como fueron expuestos y se condenó a los nueve imputados.”
Los crímenes
Los hechos se remontan a principios de junio de 2021, cuando un grupo de nueve personas decidió ajustar cuentas con dos individuos a quienes acusaban de haber robado armas y drogas. El primero de ellos, E.A.A.M., fue secuestrado y sometido a brutales torturas durante diez días, hasta que finalmente logró escapar. La segunda víctima, E.C.M.B., no tuvo la misma suerte y fue asesinada tras días de abusos y vejaciones. Los perpetradores intentaron deshacerse del cuerpo desmembrándolo y quemándolo en un intento de ocultar el crimen.
Posibilidad de recurso
A pesar de la contundente sentencia, el fiscal Vásquez no descartó la posibilidad de interponer un recurso de nulidad: “Es necesario analizarlo, acá son varios los puntos que deben ser considerados. En primer lugar, la sentencia propiamente tal. Luego, discutirlo con las víctimas de este hecho. Hay que recordar que se trata de dos víctimas directas y de víctimas indirectas también de este mismo caso. Las complejidades del caso son significativas, con dos delitos graves donde las víctimas y testigos sufren una doble victimización cada vez que son expuestos ante un tribunal.”
